jueves, 6 de marzo de 2014

Más mentiras (y esta vez no son de CiU ni de ERC)

Seguramente esta entrada está muy relacionada con la de Los otros indignados del pasado primero de Marzo. Tiene que ver con una serie de mensajes que me llegan últimamente, como un incesante bombardeo, diciendo absolutas memeces pero revestidas de una gran profusión de datos.

El último es la supuesta reducción de cargos públicos que Bruselas ha exigido a España, en la que se piden que se supriman más cargos de los que realmente existen, se incluye como cargos públicos a gente que no lo son y se miente con respecto a lo que cobra cada uno comparando sus supuestos sueldos con datos igual de falsos de otros asalariados.

Y yo creo que ese no debe ser el camino; decir que hay que reducir 66o diputados y senadores cuando en realidad hay menos, el total de alcaldes de España, el total de miembros de empresas u organizaciones públicas es tanto como decir que la anarquía es el mejor sistema posible, y eso en España conduciría a nueestra aniquilación total.

Creo que hay suficientes motivos como para criticar a muchos de nuestros dirigentes, suficientes delitos como para aborrecer en general a la casta política y tanta corrupción como para creer que hay que cambiar el sistema, pero desde una reflexión serena y con datos contrastados. Porque no es lo mismo decir que un político cobra (o cobró) tanto o cuanto por no hacer nada o hacer poco que decir que cualquier servicio es prescindible... y menos cuando al día siguiente acusas de genocidio al gobierno por las muertes provocadas por los recortes en Sanidad o directamente induces a las hordas a ir a casa de alguien a aterrorizar a su familia.

Como en todo creo que es mejor no perder la cabeza y tratar de participar -ya sé que me repito más que la cebolla- en cuanta iniciativa popular pueda frenar todos estos desmanes, también en las elecciones. Y sobre todo no animar al desorden, porque lamentablemente en esta entrañable piel de toro todavía hay mucho descerebrado.

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