jueves, 13 de febrero de 2014

Desde mi punto de vista, o el tuyo.

Me vais a perdonar que haga un pequeño alto en el camino para reflexionar acerca de todo lo que está pasando y de cómo estamos reaccionando, y cuando digo que voy a reflexionar lo haré desde un punto de vista puramente subjetivo; ésto es: El mío, que es igual de válido o inválido que otro cualquiera pero que para mí es mucho más fácil de gestionar por la innegable ventaja que supone el conocerlo, por lo que no trataré de escribir desde otro punto de vista. ¿Enrevesado, eh? Pues no tanto, no creáis.

El principal problema con que se encuentra el partido que gobierna hoy en España es que trata de hacerlo desde un punto de vista que no es el suyo, con lo que recoge dos desafecciones. La primera es la de sus votantes, que prefieren que se les gobierne del modo en que creían que se les iba a gobernar; la segunda es la de sus no votantes, que los pondrían a caer de un burro aunque regalaran billetes de cien euros.

Ejemplo de ésto es la estupidez de los Goya: El gobierno ha sido insultado por "el mundo" del cine desde 2004, "el mundo" del cine ha sido dejado de lado por el público desde mucho antes; el Ministerio de la cosa les concede veintidós millones de euros de subvención (22.000.000 en euros, o lo que es lo mismo 3.665.200.000 pesetas); el ministro Wert no va al teatro a que lo insulten y la Brunete mediática monta un pollo porque es la primera vez que un ministro no va. Y claro, todos descontentos: Los que creíamos que se iba a acabr el cachondeo indignados porque a esos pobres desempleados con sus vestidos de Gucci sólo les den esa calderilla y los otros indignados porque ya ni la libertad de insulto sea respetada.

Otro ejemplo es la ley del aborto descafeinada, con leche desnatada y sacarina que va a salir, que se va a quedar entre Pinto y Valdemoro y no va a gustar ni a Tirios ni a Troyanos. ¿Pero qué necesidad hay de contentar a los votantes del otro extremo? ¡Para eso tienen a sus partidos, hombre!

Y claro, como a los otros tampoco es que les vaya de cine (o les va de cine español, sin público ni simpatías) aparecen los partidos a los que la prensa y los otros poderes califican de carroñeros. Y no hay una falacia más burda que eso de que son partidos carroñeros  (y además los carroñeros son buenos, que lo decía Félix Rodríguez de la Fuente) porque lo que realmente son es cazadores.

Y cuando digo que son cazadores lo hago tras constatar fugas de afiliados del Pp a Vox y del PSOE a C´s, que aunque todavía no son masivas sí empiezan a ser preocupantes para los grandes líderes.

Creo que todo esto no habría sido posible sin la TDT e Internet, que han dado voz a muchos ciudadanos que callaban creyendo ser bichos raros porque su opinión no se reflejaba en ningún medio ni escrito, ni televisivo, ni de ningún otro tipo. Y claro, de repente empiezan a surgir blogs, webs, diarios digitales, cadenas con otras líneas editoriales... y tal vez estemos asistiendo al nacimiento de una nación en la que a los que nos da asco que el BNG y CUP se alíen con los etarras de bildu o creemos que romper en pedazos un bebé en el vientre de su madre no puede ser calificado de derecho seamos los más respetados en vez de los más silenciados.

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