viernes, 31 de enero de 2014

Una vida digna.

Ultimamente ciertos sectores favorables al aborto han defendido con más o menos razón que una de las causas que deben ser despenalizadas en la nueva ley es la existencia de malformaciones graves en el feto, a lo que ciertos sectores del partido que promueve dicha ley han puesto el nihil obstat en aras de un supuesto humanitarismo que mis creencias no me permiten compartir.

Creo que es más que complicado definir lo que quiere decir una vida digna, máxime cuando una de las cosas que más define a la Humanidad es su capacidad de disentir. ¿Quién va a ser el que defina la dignidad de una vida? ¿Será digna la vida de alguien al que le falte un miembro? ¿Será digna la vida del que tenga una enfermedad degenerativa? ¿Será digna una vida de alguien con Síndrome de Down? Yo le preguntaría a Blas de Lezo, a Cervantes, a Stephen Hawkings, o al muy querido en España Pablo Pineda, que además de ser un actor galardonado con un Goya tiene un título universitario, a diferencia de muchos de nuestros políticos.

Pero podríamos seguir preguntándonos lo que es una vida digna, porque a lo mejor podríamos ampliar el aborto a casos de pobreza o exclusión social, a minorías étnicas o raciales, a personas cuyos padres sean tontos de baba...

Pero claro, al final todo está directamente relacionado con la falta de trascendencia a la que hemos reducido nuestros actos. Recuerdo cuando un amigo me habló de un famoso humorista diciéndome que su inmensa humanidad se debía a que tenía un hijo con una deficiencia mental, no recuerdo cuál. Eso mismo lo he oido de Vicente del Bosque, que pasa por ser una de las personas más queridas de España a la que no se escuchó ni una mala palabra ni en sus peores momentos profesionales.

Yo he tenido un hermano enfermo que no sólo tuvo una vida digna, sino que fue un ejemplo para todos y dejó un gran vacío el día que murió. ¿Tendríamos que haber prescindico de su alegría y abnegación en aras de una vida digna? También tuve un amigo que murió muy joven después de sufrir incontables penurias debidas a una enfermedad hereditaria. De él he escuchado que posiblemente sea postulado como santo en breve. ¿Seríamos capaces de negarnos a nosotros mismos su ejemplo para que no sufriera?

Pero claro, ahora esta sociedad descafeinada y light no puede soportar que en el mundo haya cosas diferentes, y mucho menos personas diferentes, porque estarían en contra e incomodarían a esta sociedad de diseño que pretende decidir que hay vidas que no son dignas de vivirse.

Una reflexión de mi hermana que me apropio es al final la clave de todo este tema. Muchos de los que defienden el aborto como un derecho de la mujer no son mujeres, y muchas de las que sí lo son no son madres, y de las que lo son casi ninguna lo hace alegando lo mucho que ha sufrido por su hijo defectuoso ¿Y sabéis por qué? Por que compartir los sufrimientos de los seres queridos rara vez, por no decir que nunca, te hace peor persona ni te genera rencores con el mundo ni con nadie.

Espero que al final el gobierno tenga valor de presentar una propuesta que ponga el foco en la defensa de la vida humana, con sus luces y sombras, porque no hay nada más humano que proteger y cuidar a los que lo necesitan ¿No?

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/sociedad-haciendo-un-genocidio-los-sindrome-down-20140205



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