sábado, 4 de enero de 2014

Sobre la nueva ley contra el aborto.

Sí, está escrito aposta y con intención de que todo quede claro desde el principio. El aborto es etimológicamente hablando -y moralmente ni te cuento- un homicidio que sucesivas leyes han ido despenalizando bajo la premisa fundamental de cosificar al no nacido y poner el foco en la voluntad de la mujer, como si todas las mujeres quisieran lo mismo.

El gobierno de la nación ha decidido acabar con la asquerosa Ley de Salud Sexual y Reproductiva de Bibiana Aído y, ya puestos, ha querido hacer más restrictivos los supuestos de despenalización de la Ley de 1985, que se convirtió un coladero que posibilitó de hecho que cualquiera que quisiera podía abortar impunemente, y no sólo me refiero a las madres, sino a las clínicas que se lucraron con la matanza.

Esta vieja reivindicación de las feministas (que olvidan no sólo que los niños -y niñas- cuya vida se interrumpe también son seres humanos, sino también que tienen padres -que parece ser que no tienen nada que decir acerca de sus vástagos- y que sólo desde el más profundo materialismo se puede siquiera entender) ha logrado una difusión tan grande gracias a nuestros medios de comunicación que parece que es el sentimiento mayoritario de los españoles. Pues bien, no sólo no es así, sino que después de casi treinta años de bombardeo constante a favor del aborto la mayoría de los españoles quieren que se restrinja y más de una tercera parte que se prohiba del todo. Esta guerra, porque esto es una guerra entre el bien y el mal que se está cobrando cientos de miles de víctimas, debe seguir luchándose y para ello se necesita ese partido balanza del que he escrito en otras ocasiones.

Los emisores de las declaraciones -o rebuznos- que se están escuchando estos días parecen olvidar que el Partido Popular ya expresaba en su programa la voluntad de reformar la Ley Aído, especialmente en lo tocante a los plazos y al consentimiento paterno para las menores de edad... y que alcanzó en las legislativas más del cuarenta por ciento de los votos. La deriva radical del PSOE, que por otra parte siempre tiene cuando no gobierna, le está granjeando unos resultados demoscópicos espectaculares; especialmente explicativo el titular de El Mundo que dice que no tiene suelo, y siguen erre que erre.

A nadie le debería dar miedo que en una sociedad en la que entrar en una farmacia es un curso intensivo de técnicas anti-conceptivas se penalizara a aquellos que incumplen la ley practicando abortos de un modo eugenésico para acabar con la vida de aquellos que puedan incomodar el bienestar de sus madres. Porque al fin ésta es la única clave, que si la madre quiere pues aborta y listo. El otro día una mujer tiró a su hijo recién nacido al patio y se le ha acusado de homicidio en grado de tentativa: si lo hubiera matado (interrumpido su vida, vamos) un minuto antes de que naciera no pasaría nada, porque en ese caso habría que proteger a la mujer.

Entre medias los de Nuevas Generaciones, Monago y unos cuantos "populares" más dicen que no se puede obligar a nadie a ser madre, como si no lo fuera desde el momento en que lleva una vida humana en su vientre; es como si un atracador de bancos no lo fuera hasta que saliera por la puerta con el botín. Les auguro otra pérdida de votos de los conservadores.

Y al final volvemos al problema de siempre: El PSOE dueño de la moral y la verdad, la parte liberal del Pp acomplejada y la conservadora acallada por intereses electorales, la izquierda en pleno actuando de forma irresponsable y dando la categoría de derecho social a un acto que está tipificado como delito en el Código Penal: Para echarse a llorar, vamos.

Pavoroso el artículo del director del Diario de Ferrol en el suelta perlas como las siguientes: "La fuerza de las urnas es lo que tiene, que se aplica en función de los intereses de los partidos y en contra del más elemental sentido práctico y común, que no debería ser otro que el de aceptar tanto la opinión generalizada como la realidad social, no solo de un país, sino del individuo en sí mismo." (¿Realidad social del individuo?) "...subsisten leyes que obedecen exclusivamente al interés común, en este caso el de la madre y el embrión, a la salvaguarda de ambos." (¿Leyes que obedecen al interés común? ¡A dónde vamos a llegar!) "Lejos de lo artificioso, que tanto abunda en la política patria, sus argumentos tienen base sólida y responden a una realidad que afrontan familias enteras a las que, por ejemplo, les resulta incluso difícil acceder a algún tipo de ayuda por parte de una Administración que, al menos, se sabe que ha restringido notablemente sus políticas sociales, una circunstancia ya de por sí incongruente con las dificultades que se le plantean a una madre que reúna mínimos supuestos para practicar el aborto." o la mejor "Dudo que ninguna mujer quiera abortar, como dudo de que muchas de las que se pronuncian en contra y que se hayan visto en tal tesitura no lo hayan hecho o no se planteen hacerlo ante situaciones de riesgo." Independientemente de lo farragoso del estilo, que hace poco comprensibles sus argumentos lo peor de todo es que no dice lo que piensa, tratando de barnizarse de ecuanimidad. Yo al final casi prefiero a las abortistas vociferantes de siempre que al tibio que justifica todo, que a estos Ónegas y Miragayas que siempre muestran comprensión con la izquierda y nunca con los ciudadanos.

Pero en fin, el debate está servido, y si otra vez en las próximas elecciones el único partido que se posiciona en contra del aborto es el Partido Popular lo votaré, independientemente de su corrupción -generalizada en los demás también- su hipocresía -cáncer nacional donde los haya- y de la desfachatez que han demostrado cargando el déficit en los ciudadanos por la vía impositiva sin reducir los gastos que nos ocasiona la administración. Porque no hay nada más humano que proteger a los débiles, que es al fin lo que nos ha convertido en humanidad, por despiadada que ésta sea en ocasiones.

Os dejo la joya del director de Diario de Ferrol y la encuesta publicada hoy en La Razón, por si os interesa daros cuenta de que, siempre, la realidad es tozuda... aunque algunos traten de ocultarla.

http://www.diariodeferrol.com/opinion/carlos-miragaya-director/hablar-ausencia-realidad/20140103011101070081.html

http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/4953500/sociedad/el-69-1-de-los-espanoles-apoya-la-proteccion-de-los-no-nacidos

No hay comentarios:

Publicar un comentario