martes, 14 de enero de 2014

El verdadero significado de la crisis.

"Crisis (del latín crisis, a su vez del griego κρίσις)[1] es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. Los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad"

He copiado directamente de Wikipedia el significado del término, permitirme la vagancia, para que quede clara mi siguiente afirmación: Estamos en uno de los mejores momentos de la Historia de España, o de los peores, y me explico.

Por primera vez en mucho tiempo se han puesto sobre el tapete todos los temas a discutir sin ninguna excepción, avalado por la aparición de tres partidos que cubren todo el espectro electoral y que tienen en común su idea de regenerar el espacio político y afianzar la indisolubilidad de la nación española.

A fechas de hoy todo está en discusión, y la eterna lucha entre el bien y el mal se ha trasladado a la arena política. Sin dudar que hay certezas actuales que serán errores futuros no me cabe la menor duda de que, a fecha de hoy, la caballería mediática ha sacado a todas sus huestes a la arena y no dan un palmo de terreno por perdido.

Un ejemplo de todo esto es el cruce de descalificaciones y mentiras tras la creación del partido VOX, que ha generado que los partidos que ven amenazado su caladero de votos califiquen esta propuesta de diferentes cosas y ninguna buena. Otra clara es la tergiversación consciente de medios, como La Voz de Galicia, que sostienen que quieren acabar con las autonomías, cuando el partido sólo habla de reformar la administración.

Otro ejemplo es del debate del aborto que se llevó ayer al parlamento europeo y su tratamiento por parte de RTVE, que en vez de anunciar el porcentaje de votos que respaldan una u otra opción lo que hacen es hablar de cuántos grupos parlamentarios opinan cada cosa; vamos, para resumir: Da igual que la mayoría piense una cosa, porque si se fragmenta a los que piensan otra en realidad son más... aunque esa asquerosa manera de manipular se usa en España a diario y nadie se preocupa ni un poco.

Con el asesinato de la pobre niña china pasa un poco de lo mismo: Ahora todo el mundo sabía que la estaban drogando y que la querían matar, pero nadie dijo nada hasta que se encontró su cadáver. En fin, es de los casos más repugnantes que he visto en mi vida y sólo me confirma mis temores de que adoptar chinitas se convirtió en una egoísta moda para algunos que ni de cerca estaban preparados para la responsabilidad que implica la paternidad.

Entre medias el presidente de la Comunidad Autónoma de Galicia dice que va recurrir el anteproyecto de Ley del aborto y se une a Monago en su asquerosa cruzada eugenésica contra las malformaciones. Cualquier día se encontrarán con que van contra los calvos, gordos, bajitos o con gafas por no cumplir lo que la bienpensante mayoría considera digno de vivir o no.

Los catalanes de CiU, cuyo anterior vicepresidente ha sido recientemente imputado por cohecho y tráfico de influencias, han elevado una propuesta al gobierno respaldada por la mayoría del parlamento para solucionar el problemilla de no poder realizar consultas: Pues que se les dé esa competencia. ¡Jo! ¡Qué fácil era! ¿Cómo no se nos había ocurrido antes? Y claro, así se arregla todo.

La ONU, esa que ampara bajo sus olorosas áxilas a un montón de países con regímenes totalitarios, ha decidido pedirle explicaciones a la Iglesia por los casos de pederastia, porque consideran (supongo) que el hecho de que entre sus clérigos haya degenerados es una orden que ha dado el Papa de Roma, que se ha apresurado a decir que la Iglesia será ejemplar en su lucha contra esta lacra, porque como ha dicho en varias ocasiones hasta ahora no lo ha sido.

Hay muchos más ejemplos de lo que significa esta crisis: económicos, sociales, culturales, educativos... pero como ya he ido mencionándolos a lo largo de estas peroratas no me voy a extender en los mismos, sino que voy a recordar que muchos de los apriorismos que existían hace cuarenta años hoy son considerados anatema, por lo que no hay que asustarse de lo que está sucediendo, sino elegir en que bando estamos. Nada más.

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