Tenía pensado escribir acerca de la estupidez egoísta y discriminatoria de la famosa pregunta o terminar un escrito acerca de lo equivocado del concepto del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, pero una noticia me parece más interesante y por eso voy a dar, esta vez brevemente, mi opinión.
Me alegro mucho de que se le haya dicho que no al tal Adelston, personaje oscuro y poco fiable que pretendió cambiar la legislación española con respecto al tabaco, al juego, al acceso a los casinos de menores, la prostitución, el urbanismo o el retorno industrial.
La posición de debilidad y perdida de empleos fue lo que motivo a ese grupo de neo-liberales que nos gobierna a promover un macro-complejo que atrajera a millones de babeantes ludópatas de toda Europa dispuestos a entonar ese tan moral "lo que pasa en Las Vegas se queda en LasVegas" en la vecindad de esa gran capital tan llena de cosas como es Madrid.
La negación de lo evidente va a seguir en el discurso de los promotores de la brillante idea de recalificar media provincia para que el amigo americano nos garantizara un flujo de turistas que no nos hacen ni puñetera falta, de prostitutas de las que tenemos suficientes y de constructores que en su anterior orgía nos llevaron a este hoyo del que tanto nos está costando salir.
Que inviertan ese dinero en lo que importa, que es el I+D+i, la conservación de la naturaleza y del patrimonio y en la permanente mejora, tan necesaria, de la educación y sanidad. Sólo preparándonos para no necesitarlos en el futuro (a los amigos americanos con sus puti-dólares) dejaremos de hablar de tonterías como ésta. Y lo de que iban a crear 250.000 puestos de trabajo, reflotar Barajas, el sector de la construcción y el turismo de congresos... pues si eso es tan fácil que lo haga el gobierno; lo que pasa es que todos sabían (sabíamos) que era una grandísima mentira además de una inmoralidad en sí misma.
Hoy, pese a todo, es un buen día para España.
Me alegro mucho de que se le haya dicho que no al tal Adelston, personaje oscuro y poco fiable que pretendió cambiar la legislación española con respecto al tabaco, al juego, al acceso a los casinos de menores, la prostitución, el urbanismo o el retorno industrial.
La posición de debilidad y perdida de empleos fue lo que motivo a ese grupo de neo-liberales que nos gobierna a promover un macro-complejo que atrajera a millones de babeantes ludópatas de toda Europa dispuestos a entonar ese tan moral "lo que pasa en Las Vegas se queda en LasVegas" en la vecindad de esa gran capital tan llena de cosas como es Madrid.
La negación de lo evidente va a seguir en el discurso de los promotores de la brillante idea de recalificar media provincia para que el amigo americano nos garantizara un flujo de turistas que no nos hacen ni puñetera falta, de prostitutas de las que tenemos suficientes y de constructores que en su anterior orgía nos llevaron a este hoyo del que tanto nos está costando salir.
Que inviertan ese dinero en lo que importa, que es el I+D+i, la conservación de la naturaleza y del patrimonio y en la permanente mejora, tan necesaria, de la educación y sanidad. Sólo preparándonos para no necesitarlos en el futuro (a los amigos americanos con sus puti-dólares) dejaremos de hablar de tonterías como ésta. Y lo de que iban a crear 250.000 puestos de trabajo, reflotar Barajas, el sector de la construcción y el turismo de congresos... pues si eso es tan fácil que lo haga el gobierno; lo que pasa es que todos sabían (sabíamos) que era una grandísima mentira además de una inmoralidad en sí misma.
Hoy, pese a todo, es un buen día para España.
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