El pacto entre iguales.

Ya estaban tardando demasiado. Ayer, el partido que gobierna a parte de los vascos ignorando a la otra mitad ha manifestado que quiere con España un pacto entre iguales; y se quedan tan anchos.

Otra vez partimos de la mentira para desubicar al resto del estado en una pretensión falaz basada en un entramado de mentiras. El llamado País Vasco, que es algo que nunca ha existido más que como zona lingüística y que es mucho más pequeño de lo que reclaman estos irresponsables, es ese lugar donde se amparó desde el gobierno el asesinato de más de ochocientas personas, la extorsión de muchos ciudadanos basada en el miedo, la represión y el silenciamiento de una gran parte de sus conciudadanos. Unos mueven el árbol y otros recogen las nueces, que decía el innombrable.

Y casualmente empiezan a salir terroristas de la cárcel, estos piden relaciones bilaterales, Cataluña pregunta qué puede preguntar, los otros que si entregamos las armas, vuelve la violencia callejera, el grupo Mondragón en quiebra técnica...

Algunos que no creemos en las casualidades consideramos que hay demasiada intra-historia en este asunto, demasiados silencios y concesiones a la galería. Estoy casi seguro de que los terroristas van a anunciar cualquier pamplina que se celebrará por parte de la sociedad como n triunfo de la paz y bla-bla-blá.

A mí personalmente me sigue preocupando la cantidad de crímenes sin esclarecer, de miles de millones de euros en desperfectos cuya reparación hemos pagado nosotros, de víctimas a las que se silencia cuando sueltan las verdades del barquero. ¿Cómo se pagan cuarenta años de terror, miedo, infamia y cobardía? Espero que en el actual escenario de estabilidad social el electorado vasco no se quede otra vez en casa y que den un palo grande al resultado electoral.

Sé que al final gobernará igual el PNV, porque los irresponsables de los socialistas y populares no serán capaces de repetir lo de la anterior legislatura, pero espero que impere la cordura y la falta de mayorías parlamentarias vaya templando el infierno en el que han vivido tantos durante tantos años.

Y el pacto entre iguales os lo podéis meter por donde os quepa. Sois tan españoles como los de Malpica de Bergantiños o los de Bollullos del Condado, y la principal prueba es que tenéis a todas vuestras familias enchufadas y habéis robado hasta donde habéis podido, o sea que hacer el favor de dejar de tocarnos las narices.