sábado, 7 de diciembre de 2013

La ansiada recuperación.

Últimamente no hacemos más que recibir noticias de que ya se está produciendo la ansiada recuperación. Estoy de acuerdo por completo, y no me refiero a los ridículos números que exhibe el gobierno como prueba de que el ciclo económico está cambiando. Esos números, pese a ser esperanzadores, no son los que me hacen ver la recuperación.

En mi perfil personal de Facebook comparto con una serie de conocidos mi indignación desde hace tiempo ante los abusos de la clase política, que han esquilmado el país desde sus puestos electos y desde sus puestos en los consejos de las cajas y otras empresas públicas de las que han formado parte pese a no tener ningún tipo de preparación.

Si leemos las estúpidas declaraciones de Cospedal, acerca dela corrupción inherente al ser humano, ode Rajoy acerca de la posibilidad de reformar la Constitución siempre que haya consenso (¿De verdad? ¡Si yo creía que Dios la había otorgado en el Monte Sinaí!) de Rubalcaba en general, de Homs, de Cándido Méndez, de Montoro, Ana Mato, Fernández, Wert... nos pueden dar ganas de tirarnos del tren en marcha.

Si abrimos la prensa y vemos que las imputaciones de cargos públicos, donaciones, prevaricaciones o cohechos están a la orden del día podríamos dudar entre cortarnos las venas o dejárnoslas largas.

Ante la falta de unanimidad en temas tan claritos como la Doctrina Parot o la defensa de la Constitución (que la izquierda siempre quiere reformar cuando no gobierna, por algún motivo indescifrable) podríamos recurrir a que nos hagan una lobotomía en algún taller de coches usados.

Lo que me hace pensar en que nos estamos recuperando es que siento que la gente está empezando a ser consciente de que la inacción no es una acción. Que la solidaridad ha crecido desde que estalló esta catarsis. Que están naciendo partidos que tratan de hacer valer opiniones silenciadas durante la Santa Transición (la defensa de la unidad de España, la libertad lingüística para las personas, desde distintos espectros de la vida política) y que UPyD, C´s, DENAES y otras iniciativas que se van a ir mostrando dicen alto y claro lo que pensamos la mayoría.

Pero viendo que en mi Ferrol ayer recaudaron más de nueve mil euros en una subasta de arte, el mercadillo benéfico de las Damas del Carmen, el Belén Solidario de la OJE o las recogidas de alimentos desde distintas asociaciones recupero mi fe en el ser humano.

Tal vez de verdad esté llegando la ansiada recuperación, que es la de las cosas que importan.

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