domingo, 10 de noviembre de 2013

La fiesta de la espuma.

Bueno, pues me siento ante el teclado con un pequeño maremagnum sin ordenar de ideas que bullen en mi cabeza de difícil hilazón. Al final parece ser que de la crisis del sector lacteo que se nos anunciaba hace menos de un año se ha pasado a un momento de precios sin precedentes por la bajada del precio de los piensos y la fuerte demanda de china, por lo que se pretende acabar con las subvenciones. Leo que los productores recomiendan amortizar las inversiones realizadas, pero no encuantro ninguna idea conducente a invertir en abaratar la producción ni en desarrollo. En un par de años vuelve la crisis del sector lácteo. También leo que se va a subvencionar a las empresas de biocombustibles para competir con países que abaratan por vía del deficit público su producción. Pues nada, otra burbuja más. En el ámbito de las buenas noticias (aparte de las mejoras en la economía en general) parece que al Puerto Exterior de Ferrol le van a poner un tren. Si esto viniera acompañado de una mejora en el tendido entre Ferrol y Betanzos o en la electrificación y cambio de ancho de las vías de Feve supondría el mayor avance industrial que nos pudieramos echar a la cara. Sin un trazado adecuado se deslocalizarán los polígonos industriales, a no ser que la antigua Astano se convierta de una vez en uno de ellos (sigo sin entender por qué no se ha hecho todavía un polígono industrial en el que a empresas relacionadas con el I+D+i naval se las prime por estar ahí. En fin ¿Será tan difícil?) Las burbujas en el mundo del deporte, la electricidad, tecnología, banca, el cine, las infraestructuras, los aeropuertos...siguen explotando con sonidos más o menos fuertes, creando un ruido mediático constante que se va apagando como el ruido del maiz cuando todos sus granos se han vuelto palomitas. Queda por estallar la del número de políticos,de las administraciones, y de los sueldos de los cargos públicos, que será la última y que debemos exigir que estallen, pinchándola nosotros si hace falta. Y perdonad si creíais que iba a hablar de camisetas mojadas y música estridente.Todavía no me he vuelto del todo loco.

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