lunes, 4 de noviembre de 2013

De vuelta

Bueno, pues después de unos días de ausencia y sin tiempo para escribir ni unas lineas, estoy de vuelta ante el teclado con demasiadas cosas en la cabeza como para escribir de algo en concreto. He estado en Madrid, esa injustamente tratada capital que fue del mundo en la que constaté una vez más su grandiosidad y su ocasional inhumanidad, y también que la crisis va haciendo mella en ella y se empieza a notar en el cuidado de las calles y en la ocupación hostelera. También he tenido la ocasión de estar en dos países de la Europa civilizada, donde pude comprobar que no tenemos nada de que avergonzarnos con respecto a nadie. También me he enterado de cosas buenas y malas, como pasa siempre que ojeas la prensa... y todo sigue más o menos igual, con datos buenos y malos en economía y política y con rencores, rencillas y miserias de las que por desgracia asolan este mundo en cuanto el ser humano se cree por encima del bien y del mal. El Papa Francisco, tan incomprendido como tergiversado cuando cierta prensa quiere, ha lanzado una encuesta a sus feligreses en las que pide opiniones acerca de la administración de sacramentos a separados y vueltos a casar o a parejas homosexuales y a sus hijos... y la gente se extraña. Yo no entiendo muy bien a quién podría extrañar que el jefe de la Iglesia trate de cuidar de toda su grey, sobre todo porque no ha dicho que lo que hagan sea bueno, si no que a nadie se le puede negar la salvación. Ya sé que para algunos es difícil de entender que Jesús nos ordenó no juzgar y nos recordó que sólo los libres de pecado han de tirar la primera piedra, pero no debería serlo para el sucesor de Pedro. El Papa no ha dicho que la homosexualidad sea buena, ni mucho menos, sino que hay que tratar a todos con compasión (también a los homosexuales y separados) y aborda el problema de los hijos de ambos colectivos, a los que no quiere perder como miembros de la Iglesia y "condenar" por ser criados por gente en una situación irregular. Obviamente hay gente que puede estar pensando que el Papa va a cambiar los Mandamientos que Dios entregó a Moisés en el Sinaí, pero esto es lo normal en una sociedad en que la inmensa mayoría quiere que la conciencia colectiva limpie las malas conciencias individuales; tratemos de ser un poco serios: Se refiere a que la obligación de la Iglesia es buscar la salvación para todos, especialmente para los pecadores, que los santos se la buscan solitos, pero claro, yo puedo incumplir todos los mandamientos menos el sexto y con eso ya he alcanzado la salvación ¿No? En fin, que no quiero tratar este tema a la ligera y cuando tenga más datos trataré de explicarme a mí mismo lo que realmente está pasando y luego compartiré mi reflexión con vosotros. Espero que esta ausencia mía haya sido para vosotros una espera y no un alivio, y que todos mis lectores dediquéis una sonrisa a mi regreso: Al fin y al cabo, en mis ausencias siento que en el fondo me debo a vosotros.

2 comentarios:

  1. Bienvenido!!!! Se te echaba de menos. Besos.

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  2. ¡Muchas gracias! La verdad es que yo también estaba deseando empezar a retomar un poco el hilo de estas reflexiones...

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