viernes, 20 de septiembre de 2013

Estaca de bares. El Real de Vélez.

Bueno, ya hace tiempo que quería hablar de este local a medio camino entre restaurante, bar de tapas y bar a secas, situado frente a la Iglesia Mayor de San Fernando. Lo primero que me gusta es precisamente no tener muy claro lo que es. Y si no tengo muy claro lo que es precisamente es porque ellos se van transmutando a lo largo del día de una cosa a otra. Y voy a empezar por el desayuno: Los que conozcan San Fernando, en Cádiz, saben que el desayuno puede convertirse en una cosa muy seria y que no es algo tan estándar como pudiera parecer. Las pocas oportunidades en que pude almorzar en El Real lo hice en la terraza: Café, zumo y tostada. Bien, por partes: El hecho de que te traigan un café bien hecho y bien servido sin preguntar sobre tamaños, hechuras, colores, etc. Para mí ya es un punto a favor. El zumo, recién exprimido y fresco –que no congelado- servido en una especie de catavinos, segundo punto. La tostada ¿Media o entera? ¿Pan de campo o mollete? Y una vez superada tal cuita una bandeja con aceite, sobrasada, una paleta de mantecas, patés de hígado, de jamón, mantequilla, mermelada… vamos, para comer a base de tostadas durante tres días. Punto y partido para el desayuno. El aperitivo está más que justificado por que en su extensísima carta hay multitud de platos que pueden hacer de tapa (además de que en muchas de sus referencias se puede pedir media, lo que facilita bastante las cosas). La cerveza, en cualquiera de sus tamaños, está muy bien servida. Tienen además varios vinos blancos, tintos y olorosos en neveras individuales para pedir copas. Su carta tiene varios platos por grupos para comer entre semana a modo de menú del día: Entrante, primero, segundo y postre más pan y bebida. En comidas o cenas puedes pedir sin miedo todo lo que te apetezca porque los camareros, muy amables, te cortarán si es demasiado (y si no pregunta) Tienen unos cuantos platos especiales para niños y es sorprendentemente barato. Y ahora os preguntaréis ¿Y qué se come? Pues se come Cádiz y Andalucía, y se comen España y Marruecos, y un poco de Italia y un poco del mundo. Y se comen en guisos, tostas, pucheros y tapas, fríos y calientes, salados y dulces o agridulces. A mí me dio envidia sana desde la primera vez que fui: Un sitio apegado a su tierra que cuida el producto, lo mima y lo fusiona con preparaciones de sitios remotos para destacar lo mejor que tienen. ¿Queréis que os diga algo malo? Bueno, los camareros tardan un poco, pero qué narices, está en Cádiz y en Andalucía y en España ¿Qué prisas podríamos tener?

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