viernes, 9 de agosto de 2013

¿Qué necesitamos?

Bueno, pues perdonad que me meta en otra camisa de once varas pero a la vista del sectarismo en el que están cayendo los políticos y la prensa en este país lo que hace falta es una respuesta ciudadana real a todo lo que está pasando, y por supuesto no me refiero a jóvenes de las bases que coreen las consignas que les dan sus partidos con el afán de ganar más votos y por ende más financiación, véase el extinto movimiento 15-M ni tampoco a ese todavía más efímero que quería asaltar el congreso. La prensa menos alineada, le guste a quien le guste, se compone del diario El Mundo, estructurado en torno a la figura de su líder espiritual, que baila la música que le conviene cuando le conviene, y la prensa conservadora. La ideología inunda cualquier medio de comunicación, con la casi única excepción de los medios locales, que no pierden lectores sino que los ganan, ya que al final la gente tiene más interés por su paisanaje. Además se le ve el pelo de la dehesa a casi todos los que pretenden ser independientes, por lo que o se es anti-monárquico o se es anti-derechas o se es anti-izquierdas, y eso en un país en que un tanto por ciento altísimo de la población se declara no interesada en la política. Es posible que seamos un anti-país y que nuestros anti-pasados -perdón por la banalidad- no nos hayan dejado una herencia de unión suficiente por el motivo que sea... que nos la debería pelar en ciertas cosas, y me explico: Yo hoy por hoy quiero un partido sin ningún tipo de ideología y que respete a su sustento o sea a sus votantes, y que presente los temas morales susceptibles de ser designados desde la total libertad de conciencia, sin disciplinas de voto. Cualquiera que me haya leído sabe mi frontal rechazo al execrable crimen del aborto, caballo que no se va a domar en tiempos venideros por la cobardía y la constante búsqueda del rédito electoral de todos nuestros partidos, pero considero que se debería votar en el Congreso desde la libertad de conciencia, no desde ninguna disciplina de voto. Además, el revestimiento ideológico que permite a nuestros (perdón) representantes seguir aferrados a la mamandurria hace que los comunistas no respeten la libertad religiosa, que los nacionalistas no respeten las reglas del juego, que los mayoritarios tengan tres lineas rojas cada uno... Pero vamos a ver: ¿No es acaso posible que el interés general de los ciudadanos, que refleja el CIS con más periodicidad de la necesaria, deba ser la guía de los señores diputados? Por poner un ejemplo: Si nadie sabe para qué sirve exactamente un Senado sin capacidad de veto y eligiéndose en las elecciones legislativas ¿No será mejor abordar de una vez su reforma, y la constitucional que conlleva, para que se convierta en esa añorada cámara territorial? ¿Es de verdad tan difícil asignar tres senadores por comunidad autónoma, sin criterios de proporcionalidad, y que se elijan en las autonómicas para que su designación sea anticíclica? ¿No será lógico que cualquier ley que afecte al conjunto del Estado o al ordenamiento constitucional sea susceptible de veto por un órgano de elección directa? Tal vez la única manera de que la izquierda deje su frentismo, la derecha sus complejos y los nacionalistas sus bravuconadas es que sus genialidades acerca de las necesidades de los ciudadanos puedan ser directamente vetadas por sus representantes directos. Creo que es lo más lógico que podemos hacer, y tal vez en ese momento pueda existir un partido que defienda la postura de los católicos que no sea de derechas, porque al final a mí me parece que la única definición de la derecha española es "aquellos cuya moral se basa en la cristiana", y digo se basa conscientemente, porque está claro que una cosa no tiene que ver con la otra. Por mi parte me gustaría que el balanceo en la representación que en otros países se plasma en un partido de derechas sin complejos se refleje en la creación de un partido que advierta a los políticos de que hay mucha gente más de derechas que los populares ¡Ah! ¿Que no lo hay? Pues nada, leer el Estudio General de Medios y sorprenderos con los datos de audiencia de ABC, La Razón, la COPE, Intereconomía, 13TV y los del resto de la prensa ¿No hay acaso un giro hacia posturas más conservadoras? Pues podría parecerlo, pero lo cierto es que la inmensa mayoría de la gente que no va a votar es de derechas, y recuerdo que es un porcentaje tan alto de los votos que podría ridiculizar la gloriosa subida de UPyD, lo que pasa es que, claro, a nadie le interesa ese partido, a los zurdos por su perdida de representantes, a los populares por la pérdida directa de votos que supondría... y claro, al final resulta que en España, pues todos somos socialistas.

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