miércoles, 7 de agosto de 2013

Irresponsables

Siento mucho lo que voy a hacer, y aunque trataré de no aburrir, si no expreso lo que opino acerca de esto seguramente reviente irremediablemente, o sea que allá va: En la anterior corporación municipal de Ferrol la primera teniente de alcalde, Yolanda Díaz, de EU, aceptó pactar con el señor Irisarri dado lo progresista de ambas formaciones, quedando fuera del pacto de gobierno el BNG ya que su ideario no se correspondía con el del candidato a la alcaldía; hasta aquí todo perfecto. El ya alcalde, siguiendo el ejemplo de otro prócer de la misma cuerda como fue Touriño (este si coincidía con el BNG para formar gobierno, qué cosas) se subió el sueldo hasta cerca de setenta mil euros al año Seguridad Social aparte. Parece ser que los más de cuarenta mil que cobraba el anterior alcalde no eran suficientes. Nuestra Yolanda, tan fenesa ella, tuvo que apoyar la subida por lealtad con su socio de gobierno y pasó a cobrar cerca de un setenta por ciento más de lo que cobraba, la pobre. Entre las medidas que tomó durante el año escaso que duró la coalición estuvieron coartar la libertad religiosa prohibiendo que en las instalaciones municipales se celebraran actos relacionados con la religión -como el pregón de la Semana Santa en el Jofre- promover la ideología de género tratando de impulsar unos actos del orgullo gay a los que no asistió nadie aparte de EU y sus afiliados y darle un decidido impulso al gallego, dignísimo idioma antes de que gente como ella - castellano-parlante cuando entra en Bimba y Lola a comprar ropa proletaria o cuando pasea coa sua parella por la Calle Real - lo adulteraran inventando palabras y copiando otras del portugués; y el que no se crea esto es que además de tonto es un inculto. Bien, la acción de Yolanda, decía, consiste básicamente en decir que no a todo, por lo que alguna vez tiene razón, el problema es que a mí, que me parecía una mujer con cierto carisma, dotada de facilidad de palabra y de una cierta cultura (un poco focalizada, eso sí) me parece que ni ella misma se cree el papel que está desempeñando, y claro, eso rechina. No creo que haga falta que repita lo que todos sabemos: que Izquierda Unida no tiene de unido ni el nombre, que cambia cada diez kilómetros, que ha apoyado a partidos abertzales que alababan  y apoyaban a ETA, que vive de los fondos de su sindicato y de su partido -que se los damos los contribuyentes, no sus militantes- que apoyaron los presupuestos de Zapatero y su investidura, que están metidos en tantas tramas de corrupción como Pp y PSOE sin gobernar en ningún sitio... ni creo que tenga que añadir nada de las cosas que caracterizan a sus  representantes, con el tal Gordillo como máximo exponente, o a sus simpatizantes, liderados por el tal Toledo que se ha ido a vivir a Cuba. No es que me importe lo que hagan ellos, ya que creo en menos de una decena de políticos entre los que no se incluyen ni Beiras ni Díaz, pero sí me preocupa que tengan tantos votos, aunque la mayoría son por demérito de los otros partidos, por eso quiero hacer está advertencia: Mucho ojo antes de votar a un partido que apoya las secesiones y a regímenes totalitarios como Cuba y Venezuela, que justifica a los terroristas de Galiza Nova y que, para más añadidura, tiene enguarrinada toda Galicia con pintadas en un idioma que hasta a los que sabemos hablar gallego nos cuesta entender; seamos responsables y no olvidemos que precisamente el partido de Díaz es comunista, como Stalin y Mao, y no olvidemos que el de Beiras también. Algún día la Historia mirará atrás y explicará cómo una ideología  sustentó a la vez las invasiones y los nacionalismos, y como en nombre de las libertades colectivas pretendió aplastar las libertades individuales. Yo todavía no lo entiendo, y menos que se les vote, porque no hay por donde cogerlos.

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