martes, 6 de agosto de 2013

Y hay alguno más, pero fijo.

Tras encendido debate parlamentario en el Senado, que creo que es donde residen los seniles, empieza un encendido debate periodístico que busca como siempre desequilibrar la balanza hacia su linea editorial, que es como llaman a la ideología los que quieren parecer independientes. El hombre que mató a Liberty Balance denuncia ahora que Rajoy le espía, espero que con gabardina, sombrero y periódico con ojos, porque si no qué rollo ¿No? En cada cabecera, que es como se llaman los periódicos a sí mismos...allá  ellos... sale una infalible encuesta on-line que dice que los lectores de izquierdas piensan que ganó Rubalcaba y que los de derechas piensan que ganó Rajoy; para este viaje no hacían falta alforjas, vaya. Pero es que para mí, que no voy a entrar en si Rajoy cobró en negro o en blanco o en si es legítimo que cobren lo que cobran, porque mi no es tan rotundo como el que le dedicó nuestro jefe de gobierno al líder de la oposición, hay un problema muchísimo más grave del que no se habla ¿Quién... le dio el dinero a Bárcenas, al partido o al anterior gerente? ¿Es que nadie ha caído en que hay una serie de entes, ya sean empresas o personas, que le han "regalado" al pollo este cincuenta millones de euros? ¿Es que eso no se va a investigar? No voy a apuntar a los sospechosos habituales, ni soy juez ni fiscal... pero sí soy parte, como ciudadano de esta gran nación, y creo que a los que sobornan o compran favores también hay que enchironarlos ¿O es que en este país el soborno no es delito? Vamos a ver, reflexionemos un poco por una vez y no dejemos que nos vuelvan a engañar: A todos los que delincan se les deben pedir responsabilidades a su nivel, y hasta que nos demos cuenta no vamos a ninguna parte, y si tienen que ir a la cárcel todos los políticos de este país pues que vayan, pero si alguien se cree que parte de la banca, la prensa y las constructoras no se lo han llevado caliente que vaya a mirárselo pero ya, o que al menos exija su parte del botín... ¡Uy, lo que he dicho!

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