lunes, 12 de agosto de 2013

En la plaza de España

Se va desperezando la mañana y una neblina nos abraza con su frío y húmedo manto. Se oye una flauta, invariablemente. Hay un hombre tras las hojas de los árboles que comienza su letanía incansable. En mi cabeza no escucho la música... cando penso que te fuches... escucho ruido en la cocina, alguien más se ha levantado. Respiro la humedad, que trae olor a ría y a maleza... negra sombra que me asombras... algunos transeuntes empiezan a entrar en escena, la cara recién lavada. Ya no se oyen coches, los han enterrado y a mí no me importa; me gusta. Un abuelo tempranero lleva de la mano a un niño... ó pé dos meus cabezales... están los dos felices, el abuelo y el niño. Tal vez el abuelo piensa que esta vez sí hay futuro, que esta vez sí hay esperanza. Dos peregrinos despistados entran en escena ¿El camino de Santiago, por favor?... tornas facéndome mofa...

El sol se aúpa un poco más. Ya llega el sol a casi toda la plaza... cando maxino que es ida, no mesmo sol te me amostras... pasa un grupo de gente, no muy numeroso, que reivindica algo. Ya no importa qué, todo cambio es necesario... i eres a estrela que brila, i eres o vento que zoa... Casi nadie vive ya esperando algo mejor, todos queremos que al menos se mantenga lo que tenemos. El viejo reloj suena como lo ha hecho desde que tengo recuerdos. Se ha parado y sus agujas aciertan dos veces al día en la hora, como otros aciertan dos veces en su vida en sus decisiones...si cantan es tí que cantas, si choran es tí que choras... ¡Por qué tiene que ser todo tan difícil! ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil?... i es o marmurio do río, i es a noite, i es a aurora... ojalá los que nos sigan no tengan que ver esto ¿Quién mató mi patio de recreo? ¿Es que ya no queda compasión? ¿Ya no hay futuro?... en todo estás e tí es todo... ojalá alguien nos sacara de aquí, ojala existiera alguien valiente... pra min i en mi mesma moras... Yo no pienso quedarme sentado. Me da igual el subsuelo, el pavimento rojo, los cedros que se fueron y los que vendrán. Quiero ser distinto y ofrecer mi sonrisa... nin me abandonaras nunca... quiero ser el abuelo que lleva orgulloso a su nieto de la mano. Quiero mirar atrás y decir que era posible, y que yo sabía que era posible... sombra que sempre me asombras... no pienso resignarme y decir que es por que no hacemos barcos, ni porque no hay trenes. Espera. La flauta se ha callado. Se ha ido la bruma y se ha llevado su abrazo. Tal vez pronto salga el sol.

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