viernes, 22 de noviembre de 2013

Orientación del voto en España con respecto al aborto y al modelo de Estado.

Cada vez más gente de lo que antes se conocía por la derecha está empezando a variar sus simpatías electorales hacia posturas más propias de los primeros años de nuestra aun joven democracia que a lo que cabría esperar tras cerca de cuarenta años de evolución. El motivo, sin duda, es la aculturización a la que nos hemos visto sometidos por los sucesivos gobiernos nacionales y autonómicos que en vez de poner el foco en la ciudadanía lo han puesto en la defensa de su ideología. En el caso del aborto y la ordenación territorial todo el mundo tiene su opinión más o menos formada, pero en realidad influye poco o nada a la hora de votar.

El partido que sustenta al actual gobierno presentó un programa para las eleciones de 2011 en el que a lo largo de más de doscientas páginas intentó explicar todo lo que iba a hacer en caso de obtener una mayoría que le permitiese formar gobierno, y digo lo que iba a hacer porque en general no decía cómo lo iba a hacer. En la página 108 menciona el aborto diciendo que va a promover una ley en defensa de la familia y que va a cambiar la actual legislación. Algunas plataformas pro-vida (y yo soy absolutamente pro-vida y anti-abortista) acusan al Partido Popular de incumplimiento de su programa, y claro, a estos se la trae al pairo porque es tan falso que incumplen promesas sobre el aborto como que las incumplen sobre empleo, educación, pensiones o sanidad. Otra cosa es que los programas sólo los lee el chicuco que los redacta y el superior que se lo revisa, pero eso es otra cuestión. En lo territorial el Partido Popular defiende que las cosas sigan como hasta ahora.

El partido que sustentó mayoritariamente a los dos gobiernos de Zapatero sigue en su ideario tradicional de liberalismo en lo social e intervencionismo en lo económico. Trufada esta inconcreción de programa en un anticlericalismo creciente, un republicanismo cada vez más claro, un abortismo militante y una indefinición clara del modelo de estado que pasa de autonómico a federal o confederal según el interlocutor que toque en ese momento. Defienden el aborto como derecho.

Izquierda Unida, que siempre pone una vela al diablo y otra al demonio, saca del armario el guerra-civilismo para atacar siempre a los mismos y capìtalizar los votos de la parte siniestra del PSOE. Defienden el aborto como un derecho de la mujer y la autodeterminación de los pueblos.

UPyD, equidistante siempre, aprovecha el actual descontento para poner el foco en mantener el modelo de estado propugnado en la Constitución y proponiendo poco más y todo muy izquierdoso. También defienden que la mujer es libre de abortar o no. Creen en la unidad de España y abogan por una reducción en la administración y de las administraciones, pidiendo de paso la reversión de competencias al Estado.

Los nacionalistas de puro incongruente ya ni saben que decir si no es para atacar a una España de la que forman parte, con sus luces y sombras, no dándose por enterados de que para los votantes ellos son también parte del sistema. Algunos defienden el aborto y otros no dicen nada, no hay más opciones. En lo territorial van desde la ruptura total e independencia hasta el federalismo pasando entre todos por confederaciones ibéricas o estados libres asociados.

Los partidos más escorados a ambas bandas cumplen con lo que se espera de ellos: Votar a favor de su linea ideológica en lo ideológico y de su terruño en lo geográfico, sin ofrecer más que pequeñas enmiendas a los grandes proyectos/problemas que nos aquejan en la actualidad. UPN está en contra del aborto, el resto léanse lineas anteriores. Todos los de izquierda defienden las consultas soberanistas, todos los de derechas están en contra. Coalición Canaria no sabe lo que quiere y ya ha cambiado su posición al menos en cuatro ocasiones.

Parece ser que en las siguientes elecciones existirán tres propuestas nuevas en el ámbito nacional: El salto de Ciudatans por la banda izquierda, defendiendo un cambio de modelo en la administración, una defensa de la integridad territorial y proponiendo que las libertades individuales se superpongan a los derechos "de los territorios". Defienden al aborto como servicio público y gratuíto. No creen en la independencia sino en las diferencias culturales, pero no definen que modelo de estado proponen.

Luego está algo que está rumiando Vidal Quadras en la media punta y que propone lo mismo que Ciudatans pero desde una perspectiva demo-cristiana. En principio está en contra del aborto, pero no ha dicho que lo vaya a prohibir.

Parece ser que a las europeas se va apresentar una coalición de tres partidos de corte conservador (FyV, AE y CTC) que defienden la existencia de una única nación española y que tratan de paralizar la sangría del aborto a la vista de la inacción de los populares.

Está por ver si Mario Conde, apoyado por la plataforma televisiva que le da voz tan frecuentemente, continúa con su aventura política o no. A mi parecer no perderá votos por defender la vida, aunque él personalmente sea católico. Cree en la unidad de España y en la supresión de administraciones y recentralización del estado.

A mí no me gustaría que nadie pensara que quiero pedirle el voto para algún partido o agrupación. No creo que todos mis pacientes lectores compartáis la totalidad de mi ideología, pero creo que en un país con más de un setenta por ciento de católicos con distinto grado de implicación y con una mayoría de población que cree en que sólo hay una España y que -independientemente de que el reparto competencial actual pueda ser redifinido- los lazos históricos y afectivos que nos unen no deben peligrar por las ambiciones de mayorías más o menos numerosas de los distintos territorios, me veo en la obligación de utilizar esta atalaya para recordar a todos los lectores que nuestra participación en los procesos electorales sí puede cambiar las cosas.

Como última reflexión sólo me quedaría indicar que el PSC parece estar arriando la bandera de la consulta a la vista de los resultados que otorgan las encuestas a Albert Rivera y que el PSOE parece ser que no va a enjugar la pérdida de más de un millón de votos en favor de Rosa Díez. Creo que el PP ha hecho todas las reformas desagradables en esta primera mitad de legislatura y que en breve saldrá de sus cuarteles de invierno (en cuanto se concrete la profundidad de la recuperación) y que UPyD y IU están en máximos y que no van a subir mucho dada la irrupción de partidos de su mismo espectro, y que si lo hacen será a costa de los socialistas. Creo que el furor nacionalista se va a apagar con los resultados económicos y con las sentencias judiciales por venir, y dicho todo esto: También creo que la demoscopia en estos casos es más que eficaz y que todos los ciudadanos con derecho a votar deberíamos, de acuerdo con nuestra ideología, depositar nuestra papeleta a modo de aviso en las siguientes europeas para que tanto la derecha como la izquierda sean conscientes de que lo que queremos los ciudadnos no se corresponde necesariamente con lo que nos proponen ellos. A ver si así espabilan.

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