Al lado de mi vida
he seguido tus pasos.
Y te he visto ganar día tras día
Belleza y aun tenaz sabiduría.
Te he visto entristecerte,
reir, soñar, llorar...
y he visto las señales
qur todas tus vivencias
dejan en tu mirar.
Te he visto enamorarte
y ser abandonada.
Te he visto abandonando y
queriendo ser besada.
Te he visto niña buena,
te he visto niña mala.
Te he visto confiando
también desorientada.
Conozco tus aciertos;
también equivocada
te he sabido otras veces,
pero aun así te amaba...
Y sabiendo no ser correspondida
la pasión mis recuerdos consumía.
Por eso, amada mía,
quiero tener tus canas
y también tus arrugas
y también tus pecados
y también...
quiero seguir tus pasos por la senda
que nos marque la vida,
y no quiero tan sólo bajar cuestas,
pues sé que habrá subidas.
No me importa sentir la decadencia
de las carnes: No importa
siendo mía
cien mil amaneceres que quedaran
yo quisiera a tu lado abrir los ojos
para notar que aun sigues dormida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario