jueves, 1 de agosto de 2013

La comparecencia y otras cuitas veraniegas.

Se ha convertido en una letanía sin sentido ¿El qué? ¡Pues la política, hombre! ¿Qué iba a ser? Todo el mundo tiene la artillería que le han dado en su sede y la tira en cualquier ocasión. Ahora que se empiezan a ver brotes -aunque no se distinga si son verdes o de cólera- el partido del gobierno se intenta zafar de las acusaciones de uno que lo primero que ha confesado (ejem) es que mangó más de cuarenta millones de euros (¿Lo pongo en pesetas? 7.497.000.000) el líder (también ejem) de la oposición que se dispara en el pie y casi consigue que la moción de censura sea a él mismo. Los nacionalistas que ya ni saben que decir acerca de la independencia. Los comunistas no van con nadie ni proponen nada, se recuperan tal vez de la perestroika. UPyD se enfada (otra vez) y con razón (otra vez) pero sigue sin proponer nada de nada, tal vez por la rodrigueztroika que obligó a Rosa Díez a aplicar sus principios marxistas, de Groucho, por supuesto: estos son mis principios, si no le gustan tengo otros. Los demás son más o menos inclasificables, como el final de los anuncios por palabras que incluyen tanto tarotistas como señoras que se ofrecen para asistenta o un tío que vende mangueras. Afortunadamente ya no se oye a diario "con la que está cayendo", porque yo estaba empezando a asustarme de verdad. Y portándose todos igual que siempre ha transcurrido Julio, con la excepción de todos conocida, y aquí regreso a dar un poco más la lata a mis lectores. De mis vacaciones sólo puedo anticipar que he comido bien, que he viajado y que he leído... y todo ello generará más lluvia fina conforme se acerque el otoño y nos vaya abandonando la canícula, por cierto ¿Alguien sabe qué es lo que es, la canícula?

2 comentarios:

  1. ah, lo sabes ¿Y compartes la teoría de que los griegos la nombraron así por estar en aquella época el verano bajo la influencia estelar del Can Mayor?

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