Otra vez llueve, pero igual saldremos
señoras con mantilla, penitentes
descreídos, orantes o creyentes
y a nuestra Dolorosa llevaremos.
El frío aire corta hasta los labios
y apaga los hachones encerados
los hábitos flamean resignados
pues no son más que de Pasión sudarios.
¡Virgen De Dolores, Regina nuestra:
que por tu intercesión seamos salvados,
dile a Tu Hijo que olvide mis pecados
y allana de tus hijos esta cuesta!
En Amboage, contritos, y aun llorosos,
un puño el corazón, y de aquí a un año.
¿Acaso puede hacernos tanto daño
no esperar otro viernes Doloroso?
Que ingratos, ferrolanos, así somos
ni el simple nombre Lola a nuestras hijas.
Dolorosa, que siempre nos cobijas
¡Yo me acuso, así soy, ecce homo!
¡Ojalá visitáramos más veces
a la madre que tanto nos protege!
Rocieros parecemos: "Hoy es viernes:
visitaré a mi madre, lo merece"
Pero hay algo innegable en el proceso
tus lágrimas, son nuestras, Dolorosa
caladiños iremos, es la cosa
que tenemos más dulce: Es nuestro beso.
No es viernes de Dolores, caladiños,
es viernes de tristeza, Viernes Santo.
Nuestro Señor ha muerto y mientras tanto
Suplicamos tu amparo como niños.
Espero que algún día no muy lejano
aprendamos rezando en el cortejo,
mojados por la lluvia, siempre lejos
de tu amor, a querernos como hermanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario