Hay días en que preferirías no haberte levantado. Hay días en los que sube el paro, baja la bolsa, imputan a algún político, hay una manifestación violenta y a todo ello se unen problemas personales, familiares o alguna mala noticia de algún amigo... hay días en los que, como Ben Ramson, el personaje que interpretó magistralmente Lee Marvin en Paint your wagon (Joshua Logan, 1963) te preguntas en qué estaba pensando Dios cuando nos hizo.
En esos maravillosos días nuestro estado de ánimo suele ir acompasándose al ambiente general, apoyado con el cañoneo incesante de los medios. En mi caso suelo resolverlo acostándome, porque me suelo pasar todo el día medio de malas. Pero incluso en esos días nace alguna flor entre el barro, y en eso entretengo las horas: En buscar algo que haga que ese día merezca la pena. Casi siempre hay alguna noticia, aunque sea local, que nos arranca una mínima sonrisa, pero hay veces que no, que pasa todo eso y además llueve y te encuentras un rayón en el coche y a tu mujer le duele la cabeza, con todo lo que eso conlleva...
Esos días suelo dedicarme más a las plantas, a cocinar, a leer; mi estado de ánimo se torna melancólico y hablo mucho menos de lo habitual. Esos días me gusta pasear, pedalear en mi bicicleta... cualquier actividad que requiera algo más de atención y que aleje mi mente de los focos lo público... al menos de "mis" focos, porque lo prometo: Hay días que dan ganas de liarse a guantazos con el mundo.
En esos maravillosos días nuestro estado de ánimo suele ir acompasándose al ambiente general, apoyado con el cañoneo incesante de los medios. En mi caso suelo resolverlo acostándome, porque me suelo pasar todo el día medio de malas. Pero incluso en esos días nace alguna flor entre el barro, y en eso entretengo las horas: En buscar algo que haga que ese día merezca la pena. Casi siempre hay alguna noticia, aunque sea local, que nos arranca una mínima sonrisa, pero hay veces que no, que pasa todo eso y además llueve y te encuentras un rayón en el coche y a tu mujer le duele la cabeza, con todo lo que eso conlleva...
Esos días suelo dedicarme más a las plantas, a cocinar, a leer; mi estado de ánimo se torna melancólico y hablo mucho menos de lo habitual. Esos días me gusta pasear, pedalear en mi bicicleta... cualquier actividad que requiera algo más de atención y que aleje mi mente de los focos lo público... al menos de "mis" focos, porque lo prometo: Hay días que dan ganas de liarse a guantazos con el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario